Llueve en Las Palmas. Quedan tres
días para la carrera. Toca hacer examen de cómo he entrenado para saber si
tengo posibilidades de cumplir con mi objetivo.
Mi plan específico tenía 8
semanas de preparación. Entre la quinta y la sexta estaba el nudo gordiano del
entrenamiento, con más carga de kilómetros y series exigentes. Reconozco que se
me atragantaron. El último día de la quinta semana tenía una tirada larga de 16
kms a 5:30 min el kilómetro. Hacía calor, salí a un ritmo más rápido que lo
estipulado, tenía las piernas cargadas y pasó lo que tenía que pasar, PETÉ. En
el kilómetro 8 aproximadamente paré, terminando en un camina/corre bastante
doloroso psicológicamente.
Me quedé tocado y la semana sexta
sólo hice una tirada larga de 12 kilómetros con buenas sensaciones producto,
seguramente, del descanso que me tomé.
La semana siete y ocho he hecho
pocas salidas, pero a buenos ritmos.
Me pongo un suficiente bajo en la
preparación, que unido a que el objetivo del plan fue ambicioso, y siendo
realistas, creo que tengo pocas posibilidades de terminar la media maratón en 1h 40
minutos. PERO LO VOY A INTENTAR. A mi favor tengo:
- Me siento en mejor forma que cuando hice la media maratón en 1h 45 minutos en enero de este año.
- He bajado peso hasta poder decir que nunca he corrido una carrera pesando menos que ahora.
- Efecto dorsal y motivación alta.
- Tendré un PaceMaker de lujo y muchos amigos corriendo alrededor.
El sábado por la noche 5.000
corredores tenemos una cita, 5.000 historias, 5.000 retos, 5.000 sueños,VAMOS!
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